En el vano de la puerta
te estará esperando mi ansiedad furtiva
mordiendo el embozo de la sábana
por saber
mecanismos inquietos
desde este sitio
es tan cómodo
el sitio hacia donde no dirigirías la mirada
la médula espinal más anodina
y sin embargo
cuando te sientas morir
por única vez
cuando el sol se esconda
me llamarás por mi nombre
será el día que los océanos se replieguen
ellos te lo recordarán
pero ahora
no me busques
porque no me encontrarás
yo soy la otra cara de la moneda
la que nunca sale
la cara que se oculta entre las manos cuando más se necesita
la cara de las estrellas empantanadas
y no vale la pena
ni lo pienses
no estoy en la lista
no soy más que un punto en el espacio
apenas partícula de luz
donde se pierden los colores
y el beso que se da en los párpados
es para el hijo que sueña.
te estará esperando mi ansiedad furtiva
mordiendo el embozo de la sábana
por saber
mecanismos inquietos
desde este sitio
es tan cómodo
el sitio hacia donde no dirigirías la mirada
la médula espinal más anodina
y sin embargo
cuando te sientas morir
por única vez
cuando el sol se esconda
me llamarás por mi nombre
será el día que los océanos se replieguen
ellos te lo recordarán
pero ahora
no me busques
porque no me encontrarás
yo soy la otra cara de la moneda
la que nunca sale
la cara que se oculta entre las manos cuando más se necesita
la cara de las estrellas empantanadas
y no vale la pena
ni lo pienses
no estoy en la lista
no soy más que un punto en el espacio
apenas partícula de luz
donde se pierden los colores
y el beso que se da en los párpados
es para el hijo que sueña.
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