La fiesta está por empezar, el boliche se irá llenando con la espuma de las copas y la efervescencia de la agitación. Nunca has estado en este sitio, tuviste que hacer desarreglos de horarios, te miraste al espejo doscientas veces, en fin, no estabas seguro de nada, creÃas que te iban a mirar como un bicho raro, una generación te separa de ellos. Y ahora aquà estás. Poco apoco van llegando, al final llenan la pista, en la barra se amontonan como hormigas, piden algo, pasean la mirada como si buscaran a una persona en particular.
La escena se repite mientras la música te levanta del suelo.
Un grupo de chicas ha formado un cÃrculo cerrado que, al rato termina por romperse. Empiezan a mezclarse. Desde la barra ves cómo se desarrollan las cosas y que, al fondo del salón sobre una tarima, están los que se hacen notar. Te preguntás cómo pueden divertirse, sabiendo que todo el mundo los está mirando. Pero no todos lo hacen, cada uno está en lo suyo. Claro, el secreto está en soltarse, dejar que el cuerpo se exprese como quiera. Pero ¿cómo?: te tiene que salir de adentro espontáneamente, para eso hay que prepararse.
En una noche azul todo es posible cuando sabés qué hacer con los pies y cómo sintonizar con la música. Entonces salir a la pista se te hace fácil, es como si te pusieras una máscara y ya que nadie puede reconocerte, aprovechás este momento mágico de una noche para escapar de tu rutina. Divertirte bailando es hermoso, bailar pone en armonÃa al cuerpo con tu mente, y lo mejor es que sirve para todas las edades.
En mi taller de swing y rock te puedo preparar para que tengas tu noche azul
o para que te pongas a bailar donde se te ocurra
solo/a o en pareja, con los ejercicios adecuados que te ayudarán a mejorar
Bailar hace bien
Comentarios
Publicar un comentario