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Meridiano

Depende del sol
no es culpa de nadie
ni del que se lleva las uvas 
ni de las moscas que sueltan retórica
lascivos indecorosos
los colchones duermen en las calles
con ojos abiertos
la peste de los baños públicos
el caracol arrastrándose apacible
y tu lengua en mi lengua
mientras no había tiempo para nada
fluctuando nubes rosadas
en una hamaca vacía
y al camino sonrisas 
a la hora de comer hojas verdes
 

no era eso no
dependía de otras cosas
y no eras yo
no podías
pero de qué sirve decirlo 
en horas muertas de antesala
cuando el sol tenía que estar en todas partes
porque en el fondo es eso
cuando vas a fondo
lo que sea
para qué pensar
en lo  inmoral que suena ahora orinar en tu ombligo 
y lamer tu dulce ternura
si las palabras derivadas del amor
no deberían derivar ni entenderse en otro sentido
que el único posible
entonces de quién dependía  todo lo que depende de algo
respirá hondo
como si fueras a sumergirte en la noche
a lomos de una estrella
con algún otro propósito
que no fuera soñar
entonces ahí estaría yo


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