Seguí en la misma dirección
no podía equivocarme
si avanzaba en esa línea
no podía equivocarme
si avanzaba en esa línea
con el mar a mi derecha
haría una exploración ordenada
sin caminar en círculos
no muy lejos de ese punto
fuera destino o casualidad
alcancé a entreverlo
ahí estaba al fin el castillo
como aguachinado
en lo alto de un promontorio
imponente y sombrío a la vez
muy inapropiado eso sí para una fiesta
apenas iluminaban parte de su fachada
unas antorchas humeantes
lo que me hizo dudar si valía el esfuerzo
de trepar tan alto
cuando la fiesta debía de haber terminado
mientras me lo cuestionaba
sin quererlo había empezado a remontar
aquella montaña volcán o lo que fuera
cuando me detuvo una fuerte presión en los oídos
como cuando viajo en avión
y se producen cambios bruscos de altitud
además advertí que a mis espaldas
a pocos pasos
se aproximaba una multitud
forcejeando desesperadamente
para escapar de las enormes olas
que escupía el mar
Comentarios
Publicar un comentario