Como quieras dijo por no discutir lo que menos quería era provocar una escena sabía de sobra que iban a llorar a un centenar de metros el humo del horror crecía y era una nube y él se preguntaba qué tan lejos estaría el final para uno de los dos o sería el fin de todo tal vez debía retenerla en contra de su voluntad pero no fue lo que hizo como quieras insistió aunque esta vez se lo decía a sí mismo con una voz que no era la suya las tazas volvían a retemblar ya nada volvería a estar en su sitio es lo que acordamos le recordó ella él miraba la calle cubierta de escombros advertía que ladraba un perro tal vez calle abajo en algún lugar lo demás se lo tragaba el silencio hasta que oyó una sirena larga y fluida que atravesó sus venas cuando ella salió de improviso sin agregar nada más encorvada pequeña para que él no la viera llorar corrió invisible bajo el fuego enemigo él la siguió hasta perderla de vista y el corazón le ...