El brillo de la espada
en el ciclo del sol
pesa en los ojos del viajero
en un puño concentra la esperanza
mientras camina de regreso a su refugio
donde ha ido atesorando
cosas a las que aferrarse
y piensa en proezas
que le quedan por cumplir
algunas todavía posibles
pero están las otras
roídas por el tiempo
enmohecidas entre el polvo y las telarañas
la calle se va abriendo a su paso
todo es claro para él
reconocible
fácil de manejar
las mismas formas
el viento suave en la cara
las sombras de los árboles que se ondulan
y las claves del bosque
a su espalda ha dejado un vacío
la luna sangrante
que en un relámpago de cuchillos
le devuelve por un segundo
su vida entera
un cosmos difícil de entender
un tablero de ajedrez donde las piezas
se mueven solas
en el ciclo del sol
pesa en los ojos del viajero
en un puño concentra la esperanza
mientras camina de regreso a su refugio
donde ha ido atesorando
cosas a las que aferrarse
y piensa en proezas
que le quedan por cumplir
algunas todavía posibles
pero están las otras
roídas por el tiempo
enmohecidas entre el polvo y las telarañas
la calle se va abriendo a su paso
todo es claro para él
reconocible
fácil de manejar
las mismas formas
el viento suave en la cara
las sombras de los árboles que se ondulan
y las claves del bosque
a su espalda ha dejado un vacío
la luna sangrante
que en un relámpago de cuchillos
le devuelve por un segundo
su vida entera
un cosmos difícil de entender
un tablero de ajedrez donde las piezas
se mueven solas
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