Las calles parecían quebrarse
bajo nuestros pies
aun siendo ella tan ingrávida
todo resultaba frágil allí
menos la luz
y dado que no había mucho para hacer
contábamos los puentes por donde cruzábamos
pero no nos poníamos de acuerdo
si por este habíamos pasado ya
o no hacíamos más que dar vueltas
por esta jungla de edificios viejos
castigados por la sal
esta jungla fría
que congelaba sus manos blancas
y el canal corriendo debajo
de aquellas arcadas caprichosas
creadas por niños
el color de la tarde caía mansamente
lo arrastraba la corriente
o acariciaba las casas
de rosa
celeste
y púrpura
hasta chorrear en el agua
vayamos por acá
me decía entonces ella
y me apuraba
para que corriera detrás de unas gaviotas
quizá las gaviotas sabían el camino
bajo nuestros pies
aun siendo ella tan ingrávida
todo resultaba frágil allí
menos la luz
y dado que no había mucho para hacer
contábamos los puentes por donde cruzábamos
pero no nos poníamos de acuerdo
si por este habíamos pasado ya
o no hacíamos más que dar vueltas
por esta jungla de edificios viejos
castigados por la sal
esta jungla fría
que congelaba sus manos blancas
y el canal corriendo debajo
de aquellas arcadas caprichosas
creadas por niños
el color de la tarde caía mansamente
lo arrastraba la corriente
o acariciaba las casas
de rosa
celeste
y púrpura
hasta chorrear en el agua
vayamos por acá
me decía entonces ella
y me apuraba
para que corriera detrás de unas gaviotas
quizá las gaviotas sabían el camino
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