Caminarelcero

Llaman a la puerta por una rendija pasa la hora puntual con tu canción preferida colgada al cuello no la borres esta vez y no camines rápido mejor es correr con el viento a la espalda y el corazón como un tambor porque hoy es el día en que estrenarás tus zapatos nuevos y correrás por el mundo sin mirar atrás

Corro a entregar un presente a los árboles que  se agitan  con las voces que los atormentan  no se asusten  solo soy yo estoy acá abajo ¿pueden verme? solo voy a pasar esta vez no soy el viento pueden ignorarme o ver con el ojo del halcón peregrino que mis pies no dejan huella  quería darles las gracias por todo todo va a estar bien

Eramos apenas dos en la multitud que se agolpaba frente al mamparo que protegía a Mona Lisa una ocasión que no volvimos a tener no podíamos sentir lo mismo al compartir aquella impresión y no me pasó inadvertido que varias veces intentaste decirme algo había mucho bullicio no sé qué cosa sería lo que querías decir tal vez un comentario cualquiera en ese intercambio de sonrisas y por mirar el cuadro se nos pasó lo más importante de la salida

Podría suponer tantas cosas podría dar un salto hasta aquella cornisa de donde fueron cayéndose una a una mil y más suposiciones pero lo cierto es que no existe en mi consideración otro entorno que no sea éste ya no quedan otras manzanas en el fondo de la bolsa tendré que hacer compota y ponerme a bailar con el agua por las rodillas

Quizá te incomode quizá ya no me tengas en cuenta por el tiempo que ha pasado pero sería un error pensar que ciertas cosas podrían haber sido distintas te preguntarás ya sé dónde estaba yo cuando más me necesitabas para tener el descaro de presentarme así de pronto justo ahora en lo mejor de la fiesta y la verdad es que a esa pregunta no sabría cómo responder o puede que sí aunque no entenderías verás he estado en todas partes y en ningún sitio en particular no es un juego de palabras podríamos invertir el orden de los términos que sería lo mismo ni un minuto ni un milímetro me he movido de aquí siempre esperando como un clavo hundido en la madera observaba el horizonte y no veía aparecer ese barco que me rescatara de esta soledad y por qué no me daba cuenta pero cómo podía saber que estabas ahí que nunca te habías movido ni un segundo ni un milímetro de mi lado

Cuando las telarañas desaparecen y caen las sombras cuando la escena deja de dar miedo porque el viento la sacó por el foro y te das cuenta de que a los otros no les importa una mierda de vos la paciencia ya no teje y entonces aparece el sol se sienta en tu ventana se planta en tu cabeza como una corona de oro y volvés a ser un niño corrés  a vestirte como si todo vos fueras oro reís como si fueras oro pensás como el oro te mostrás como el oro también comés como si fueras oro y hasta podés decir un sin fin de tonterías que no sonarán mal el mundo confiará en tus palabras creyendo estar en tu mismo lado de la moneda