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Horizonte

Quizá te incomode quizá ya no me tengas en cuenta por el tiempo que ha pasado pero sería un error pensar que ciertas cosas podrían haber sido distintas te preguntarás ya sé dónde estaba yo cuando más me necesitabas para tener el descaro de presentarme así de pronto justo ahora en lo mejor de la fiesta y la verdad es que a esa pregunta no sabría cómo responder o puede que sí aunque no entenderías verás he estado en todas partes y en ningún sitio en particular no es un juego de palabras podríamos invertir el orden de los términos que sería lo mismo ni un minuto ni un milímetro me he movido de aquí siempre esperando como un clavo hundido en la madera observaba el horizonte y no veía aparecer ese barco que me rescatara de esta soledad y por qué no me daba cuenta pero cómo podía saber que estabas ahí que nunca te habías movido ni un segundo ni un milímetro de mi lado

Y ahora qué

Cuando las telarañas desaparecen y caen las sombras cuando la escena deja de dar miedo porque el viento la sacó por el foro y te das cuenta de que a los otros no les importa una mierda de vos la paciencia ya no teje y entonces aparece el sol se sienta en tu ventana se planta en tu cabeza como una corona de oro y volvés a ser un niño corrés  a vestirte como si todo vos fueras oro reís como si fueras oro pensás como el oro te mostrás como el oro también comés como si fueras oro y hasta podés decir un sin fin de tonterías que no sonarán mal el mundo confiará en tus palabras creyendo estar en tu mismo lado de la moneda

Fiesta en la playa

Lo que trae  el mar se lleva se esconde en un rincón y a la hora de elegir aunque no esperes que te inviten vas yo iría sin pensarlo iría a la fiesta del mar con estas pobres ropas daría mis caracoles y las mejores piedras que aún conservo recogidas en la playa me quedaría flotando a la deriva sobre la espuma inquieta recordando una y otra vez las estrellas fugaces de un fogón encantado bajo un claro de la luna

Tarde de lluvia cuando no llueve

te envío esta carta tono ocre con algunas dudas como antes cuando la masa tomaba forma y el cristal se parecía a un espejismo había una higuera con dijes de pájaros y un amuleto de la suerte que te colgabas al cuello y desafiabas a las sombras pedaleando en las nubes otras veces te devoraba la lluvia y rodeado por el viento  esperabas que te fueran a buscar

Una sensación

Esta moneda grito mudo aún corre como fuego por unos caminos que no puedo recordar fue en algún sitio de mis horas desiertas cuando amarraba un barco allá quién sabe dónde recuerdo que se desgañitaban las gaviotas para festejar ciertas ideas ya pasadas de moda la sangre entonces fluía como el amor y el vino en la lengua de la noche un texto raro en el que decías que el sol había muerto y no había nada en la heladera para comer solo estábamos nosotros

Primera hora

Para ésta función y lo que reste del día voy a dejar que la luz mezcle sus colores para dedicarme solo a pensar enteramente  todo lo que pueda y a conciencia como quien contiene en el cuenco de sus manos el agua del mar y la armonía vestida de gloria pero quién me regará las plantas y cómo hago para matar a mis  imposibles