Ir al contenido principal

Entradas

Una sensación

Esta moneda grito mudo aún corre como fuego por unos caminos que no puedo recordar fue en algún sitio de mis horas desiertas cuando amarraba un barco allá quién sabe dónde recuerdo que se desgañitaban las gaviotas para festejar ciertas ideas ya pasadas de moda la sangre entonces fluía como el amor y el vino en la lengua de la noche un texto raro en el que decías que el sol había muerto y no había nada en la heladera para comer solo estábamos nosotros

Primera hora

Para ésta función y lo que reste del día voy a dejar que la luz mezcle sus colores para dedicarme solo a pensar enteramente  todo lo que pueda y a conciencia como quien contiene en el cuenco de sus manos el agua del mar y la armonía vestida de gloria pero quién me regará las plantas y cómo hago para matar a mis  imposibles

Fruta prohibida

Al deambular por la fiesta de la vida me rodeo de cosas que ya no existen y sin embargo arden con el viento del verano por eso ésta noche a las doce en punto escaparemos del bullicioso baile y nos ocultaremos en el corazón de una manzana

Un rato antes

Si caigo dormido no me despiertes porque cuando pase la tormenta quiero trabajar las palabras sin apuro en las calles donde llovía siempre llovía dentro de mí como piedras que se golpean unas con otras deja que duerma para soñar las palabras que puedan despertarte

Paseo nocturno

Cuál era la razón de éstas cuentas para que se quedara hasta altas horas fumando su transformación pacientemente mientras la luna que colgaba de un cuadro como una araña tejía y tejía allá lejos encima de un camino que parecía roto donde yo que parecía ausente me preguntaba en qué momento me daría el  play

La palabra

Mientras veo arder  la cinta sin fin del fuego me zambullo al fondo de éste río que me arrastra en contemplación torrente abajo sin urgencias ni agobios nada puede detenerme despojado y solo en el vacío me dejo abatir por el fluir de la sangre y entonces en mi lengua sorpresivamente se labra un  camino     

Caminos cruzados

No hay una razón debería haberla respiro un aire que no es mi aire y las voces que escucho me engañan cuando ella extiende su piel un frío se cuela en toda la casa ha recorrido más camino esta tarde que granos de arena contarías en el desierto le he dado a comer de mi mano pero lo que yo le ofrezco no es lo que ella quiere de mí