Caminarelcero

Lo que ocultan las piedras en la tierra que vas pisando pluma del viento agonía del sol no lo puedo evitar al filo de la noche pruebo tu respiración como un cuero que me va soltando a la deriva y me dejo arrastrar a donde quiere llevarme mientras lamo el aire de su burbujeo

Bocas abiertas sus cuerpos tostándose al sol en la playa tibia la mañana apenas apuntaba los he encontrado sin buscar en su indiferencia nada nos acercaba bajé los peldaños restantes hasta la orilla solo para cerciorarme de que ellos fueran yo los he vuelto a ver otras veces bajo la luna intentando alcanzarla comprendo que estaba equivocado no puedo ser ellos porque yo soy el agua hijo del viento la arena misma del mar

Dónde está el cordón que unía grises y acumulaba noches en la almohada desde que el acero removió estos escombros el humo que enoja se volcó en la tierra ola destructiva vil entonces la luna lloró como una niña rodó descalza por los techos quedándose sin pájaros para salir volando ahora lleva el signo del amor colgado al cuello y hace la calle en soledad

Voy a abrir en esta orilla de repetición algo que sea transitorio que pueda dibujar a lápiz por ejemplo cada una de las señas que se mueven en el agua con manifiestas intenciones o el perfil de una nariz que suspira cada vez que pinte reflejos en este cuadro mágico en el cual solo con asomarse uno pudiera ver el sol y en un ángulo más allá una bandada de flamencos esos que raramente sobrevuelan la ciudad me pregunto por qué están afuera

Estás entrando en el fundamento de mis horas al despertar y extenderte con la pausa de tu respiración que borra sombras abre ventanas y atrae la luz para  criarla  en  tu mar abierto 

Cansancio de nube no pidas lo que no puedo darte ni esperes que me fatigue para que me eche a tu lado no puedo acariciar no puedo querer tengo al sol en bandeja las hojas del otoño y este camino circular que me lleva a todas partes donde los árboles imaginan que son lo que ellos quieren pero tengo que buscar tengo que encontrar