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A vuelo de poeta

La escalera que sube no puede ser tu mundo no es lo esperado ni lo pretendías en tu vuelo circular sabido es que no hay tiempo para estas pretensiones no pares no existe  agua que no pase para el paria ni reflejo de luna que acaricie en la cumbre de la noche cuando la voz del viento cuchichea en tus oídos los secretos que solo a vos confía

Flotar

Voy a guardar mis notas por si alguna vez tuviera que esperar algo en perjuicio de la repetición lo cual es mucha espera y veré de proveerme de unos colores los más vistosos para atarlos a una ristra de campanas que a su vez me ataré a la muñeca no vaya a ser que el perdido sea yo y así seguiré caminando como siempre por un sendero angosto cercado por plantas y pájaros buscando quizás un sitio donde hacer fuego y echarme de espaldas a mirar el cielo manotear  unas estrellas y grabar en mi frente el mapa de los sueños

Atardecer

El dulzor de boca rememora a las abejas arremolinándose al otro lado del río y al fuego de las hogueras llamando con chispazos a los ojos de la noche mientras el curso del agua arrastra hojas y una autopista de nubes revela en el crepúsculo la cama del sol

El orden de las cosas

Poner en el bolsillo interior del saco majestad y cordura ocultarlas a este espacio compartido donde los dientes desgarran y las horas golpean ser como las mariposas que dan luz y color a quien se fija en ellas o como el sol que entibia las horas de frío como el espacio donde el eco multiplica las voces y la esperanza se acumula moneda a moneda para comprar felicidad felicidad acaricio tu lomo quisiera montarte salvaje loca apretar mis piernas a tu alrededor y no soltarte adonde sea que quieras correr

Noche de amor en un cinco estrellas

Golpearé la puerta hasta sangrar estaré abierto a todas las recomendaciones con que quieran confundirme para poder gozar al fin y en vivo de la más auténtica de las imposturas ya que en la mesa solo quedan migajas yo quiero reservar en un cinco estrellas caballero para poder estar juntos ella y yo en el verdadero paraíso que aquí se ofrece para nadar en el mar simulado en el caño del acueducto donde no existen orillas opuestas y la cara de la luna siempre te sonríe

La valija

En algún lugar del sueño estaban estas estrellas caídas de la noche picoteadas por los pájaros con desgarrones por los fuertes vientos de la última vez cuando me decías lo que seguiré guardando en secreto junto con las fotos y lo mejor que he vivido y que siempre me acompaña de la mano como un chico haciéndome pequeños gestos en mi valija de viajes