Caminarelcero

Sé que es cierto aunque no comprobable que lo indivisible se parta algunas veces que el hielo solo cubra una mitad la que a uno toca la yema del dedo que asoma en la noche como un búho ciego y en vuelo circular traza a oscuras una vorágine de luz aunque no pueda verla

la espiral envuelve las sombras con alas mordientes en el jardín que desbarata frente a mi ventana no sé qué hacer impotente sigo la evolución del peligro el viento que revuelve la espuma del mar el viento está furioso construye una red con lo que encuentra a su paso y enseguida la  destruye para volver a empezar sé que intentará atraparme soy parte de su plan de aniquilación pero yo estoy aquí bebiendo a sorbos la esperanza de mi taza de café buscando esa oportunidad mientras crece en mí el acierto de poder montarlo y que sea su furia mi vía de escape

Con lo que quede y algo más buscaré la manera de construir este castillo que tengo en mente con sus torres almenas jardines colgantes y unas bonitas fuentes para que allí naden los peces que tanto imaginé sin olvidar los pájaros de alas rosadas que con sus graznidos aflautados me despertarán al amanecer aunque sé que me asustará lo que resulte lo entiendo sé que no es exacto ni siquiera se parecen buscar a encontrar es que todo lo que yo busco amor mío es seguir buscando  

Viento del mar llevame a ese lugar que lejos queda olvidé el camino olas del viento y no sé por qué razón me quedo en la arena recordando la lluvia y aquellas canciones que hablaban de amor mientras el viento corría y no nos esperaba

No sabré la razón ni seré el de siempre seguir por el mismo camino quizá no sea lo que pienso aunque en un rincón de mi conciencia guarde un lugar para hacer que te ilusiones y si la verdad es lo que cuenta no estaré en tu piel es cierto no iremos de la mano ni nos emborracharemos juntos pero ésta noche con un hilo de la luna quiero hacerte reír aunque andar de esta manera no sea volar vos y yo lo sabemos corazón roto

Te estás riendo de tus propios desafíos y en el haber no dejaste nada una lata vacía pilas de hojas en blanco y la musa que llora cuando te vas digamos que una burbuja te comió entero mientras dormías el sueño del revés digamos que rodabas por el cielo cuando daban las doce campanadas más liviano que el viento menos frágil que un secreto y hoy sacás de la escarcha una moneda para preguntarme en qué mano está