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Viento del mar

Viento del mar llevame a ese lugar que lejos queda olvidé el camino olas del viento y no sé por qué razón me quedo en la arena recordando la lluvia y aquellas canciones que hablaban de amor mientras el viento corría y no nos esperaba

Confesiones

No sabré la razón ni seré el de siempre seguir por el mismo camino quizá no sea lo que pienso aunque en un rincón de mi conciencia guarde un lugar para hacer que te ilusiones y si la verdad es lo que cuenta no estaré en tu piel es cierto no iremos de la mano ni nos emborracharemos juntos pero ésta noche con un hilo de la luna quiero hacerte reír aunque andar de esta manera no sea volar vos y yo lo sabemos corazón roto

El ilusionista

Te estás riendo de tus propios desafíos y en el haber no dejaste nada una lata vacía pilas de hojas en blanco y la musa que llora cuando te vas digamos que una burbuja te comió entero mientras dormías el sueño del revés digamos que rodabas por el cielo cuando daban las doce campanadas más liviano que el viento menos frágil que un secreto y hoy sacás de la escarcha una moneda para preguntarme en qué mano está

El viaje

Que corra el agua debajo de los puentes que crezcan a montones las búsquedas insesantes en cada terrón adonde te lleven tus píes y que no se animen en este Parsifal preludiado a desviar lo indivisible y a multiplicar el desaliento porque la luna teje luz en cada gota de lluvia

La deriva

Estás sintiendo entre marea y marea a tu mente equilibrada caminar por la cuerda floja por las ramas quebradizas o en la hiel de la tierra el almíbar de un beso fugaz la almohada de las noches y la furia que espanta al cruzar palabras  en una lengua de intemperie quisiera que me traspase el día en este acento con un rayo de tu sombra y que el camino se abra en enjambre por encima del agua

Buen día, sol

De todas las oportunidades que me dio la vida  elijo la de haberme trepado a los árboles para sentir el viento como si fuera una hoja y ser ese balanceo que llevo conmigo siempre a donde voy entre nubes descubriendo más y más hojas y los sueños que a veces  cuando el viento templa notas furiosas   parecen escurrirse neblinosos evanescentes y entonces el río que corre por mi mano abre un sol en tus ojos para que despiertes

Atardecer en Oporto

La aventura de la tarde llega al río y el puente que recoge nuestros pasos ve morir el sol con destellos miopes de sueños en tránsito