Las horas de un largo camino a casa entrelazadas partes de infinitas horas a no desesperar porque el sol no quema y ella está esperando en su lecho de hojas el tic tac de piedra avanza en tu oído con sus largas extremidades y su ligera respiración no lo puedes negar no hay dónde apoyar los pies más abajo cuelga el río como si una araña lo tejiera todo lo que comes lo escupes y la luz del día ese espejismo esta vez no cuenta