Está ese ángulo entre nubes como caballos secuenciales que no cesan brutales en sus juegos golpeando una y otra vez la rendija de luz dirás que lo insinúo que no es suficiente que deje de fingir que me acomode en tu espacio y en tu espacio el beso cómplice dentro del laberinto Dirás que solo esta vez Lo estruendoso del sol es la risa que me da una marea de caracoles esas pompas dulces del agua que mojan tus pies la redondez desnuda desbordante en el arrebato y los caminos abiertos en rigor, las hojas blancas feliz en tu aurora ya que se ha roto el tiempo sinfonía de rayas bajo el cielo cúspide pecho sobre pecho