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Sentarte en tus ruinas

No deberías enamorarte por mil razones que ennegrecen el cielo ya te lo he dicho es este mar en los ojos que ocultan las palabras horizonte en blanco páginas sin escribir lo que busques no lo encontrarás y quien te llame, con el brillo de la certeza se disuelve en uvas mano de sal púrpura de la venas por un camino que conduce a tesoros enterrados piedra hueca. no te enamores ¿amarías con la soga al cuello por impulso? deberías encerrarte en tu caparazón protegerte de la luz cegadora sentarte en las ruinas de tu ser ocultarte en las sombras para que la lluvia ni el odio te alcancen para no herir para que no te roben. que no te entren las balas ni te duela tu cobardía de piedra muda.

Viejas mañas

Otra vez la sombra del monstruo ese ruido materia ingobernable esperando un error para caer sobre los despojos inspiración nocturna vino barato de locos y borrachos no chuparás de mi sangre aunque esté de rodillas encadenado a este barco oscuro y en profundidad ya no me copies ¿no ves que ese soy yo? ¿no te das cuenta de que vos y yo somos el mismo?

Esta vida

Cómo no amarla ella tiene la punta del hilo se adueñó de mi voz. Cómo no iba a odiarla si me lo ha quitado todo me deja sin ella me deja sin mí Y los silencios que va formando glóbulos vacíos Me esperaba desnuda de piernas abiertas. Pero las horas cuelgan con el dolor de la misma rama. Ahora se olvida, detiene su paso en uno y en otro es igual Ya no me pregunto por qué no puedo amarla como se me antoja bastaría con que no se fuera.  

Apostilla para una vida rancia

No sé si era lo pretendido, en todo caso es lo que pretendo. Podría cambiar ya que el cambio forma parte de la insensatez. Para qué negarlo ¿imaginabas un mar siempre el mismo enmarcado por el plomo de la quietud? O abrazate a la tierra porque es concierto del espejo registrar los cambios, nosotros no somos espejo somos vos y yo velocidad hasta el último latido, no te confundas corazón, no te confundas y dame ya el agua de tu boca.

La lluvia

La lluvia que cae chispea humedece desliza filtra penetra llena desborda aumenta nutre acumula apaga engendra cría atesora limpia purifica reproduce pudre amarga inunda embarra destruye ahoga mata renace estalla madura desciende lava encharca empuja   esta lluvia te altera no llores tu llanto me hace mal me recuerda a la lluvia me entristece pero me agrada me calma necesito que lo digas me gusta que me digas cuánto llueve cuando llueve soy feliz te busco te llamo te salpico jugamos a abrazarnos después nos amamos abajo del techo mientras llueve el corazón late en todos los rincones y la lluvia nos amansa la lluvia nos gusta adoramos la lluvia es una seda cuando llueve es distinto me pierde que te mojes y me mojes y cómo me gusta mojarte es una bendición qué cosa de locos esta hermosa lluvia.

Plumas en la almohada

En su tiempo el poeta plantaba árboles en el camino  colgaba manzanas de los tallos  y arrancaba hojas a la luz del otoño  se impacientaba si el cielo estaba gris  esperaba la lluvia con los brazos abiertos cuando llovía se paralizaba  flotaba como podrido en la tierra mohosa  y escribía con el dedo sus cicatrices pero después inventó la luna y le pidió que lo ayudara amó su respiración  su himen lechoso  con un lazo se ató al fuego y engendró hijos en la flor   mató la esperanza porque creyó que no servía y muy pronto volvió a cabalgar empezó por las estrellas  dilapidó simiente y sueños en absurdos jeroglíficos  desamarró y partió con la marea se alzó águila  y buscó astros después fue caracol roto arena agua espuma viento no descansó hasta encontrar su voz y cuando al fin descubrió que podía hablar su misma lengua se dirigió a la luna  para hacerla soñar