Del gato y la mariposa a sus miradas inquietas las orquídeas parecen estar en desorden es todo lo que sé y otra vez el gato y su mirada ahora directa a la pecera donde naufragan los barcos que ya me imaginaba nunca se queda quieto detrás del vidrio humoso estrellado de lluvia entre intensiones superpuestas y el mar prisionero primero iba el veneno después las risas con qué intensión mientras tanto los pequeños nadadores burbujean historias de rutina horas felices entre papeles mojados y ahí estaba yo tendido panza arriba entre vos y los restos de la noche en el tapiz del tiempo más nube que sol prieto en un sueño etílico