Estaba su sombra y otros errores pensando en no sé qué cosas su mirada triste llevaba al ambiente un ritual cargado de enojos y malestares que me daban mala espina no era lo que yo esperaba esperaba su fútil pintalabios y que me hablara al oído con su buen perfil sus facciones hoy algo remotas y que con cierta emoción me despertara con tan poco me hubiese conformado pero un vértigo que hurgaba empezó de pronto a meterse como un viento bajo mi piel para columpiarse de mis huesos y yo que siempre escapo de lo que no me conviene huí una vez más ya que no se puede andar por la vida con una aguja clavada en el pecho